Un operativo sorpresa encabezado por la PROFECO y la ASEA terminó con diez gasolineras clausuradas y veinte bombas inmovilizadas en distintos municipios de Quintana Roo.
Las inspecciones se realizaron entre el 16 y 17 de octubre en los municipios de Tulum, Playa del Carmen y Cancún, donde se detectaron desde irregularidades en las maquinas dispensadores hasta falta de documentación ambiental.
En una de las estaciones los inspectores descubrieron que por cada 20 litros pagados solo se entregaban 18.7, mientras que en otra estación vendía 1.2 litros menos. Ambos casos fueron denunciados ante la Fiscalía General de la República por posible fraude al consumidor.
Además, varias máquinas presentaban fallas en sus sistemas de registro y otras no mostraban la información obligatoria en pantalla tras cortes eléctricos. La ASEA también detectó estaciones operando sin Licencia Ambiental Única o sin autorización de impacto ambiental vigente, motivo por el que aplicó clausuras totales temporales.
Dos gasolineras se negaron a ser revisadas y enfrentarán procedimientos administrativos.
Las autoridades federales advirtieron que este tipo de operativos continuará en la zona sur y norte del país, en medio de los intentos del gobierno por controlar los precios del combustible y evitar abusos en las estaciones de servicio.























