El comentarista y activista ultraconservador Charlie Kirk, de 31 años, gran aliado del presidente Donald Trump, ha sido asesinado de un disparo en el cuello este miércoles mientras intervenía en un evento multitudinario en la universidad Utah Valley, según confirmaba el propio mandatario. El gobernador de Utah, el republicano Spencer Cox, ha descrito el ataque como “un asesinato político”. En un comentario televisado desde el Despacho Oval, Trump calificaba a Kirk de “mártir de la verdad y la libertad”.
“Es ya hora de que los estadounidenses y los medios afronten el hecho de que la violencia y la muerte son la trágica consecuencia de caracterizar como si fueran el demonio a aquellos con los que se discrepa, día tras día, año tras año, de la manera más odiosa y despreciable posible”, indicaba el mandatario. Pero inmediatamente, procedía a echar leña a ese fuego y arremetía contra la oposición progresista, a la que atribuía la culpa de la extrema polarización.
“La izquierda radical ha comparado durante años a estadounidenses estupendos con los nazis y los peores criminales del mundo. Ese tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo en nuestro país, y debe parar ya”, declaraba, sin mencionar los casos de violencia política —incluido el asesinato hace dos meses de una congresista demócrata en Minnesota— perpetrados contra la oposición. También ha apuntado cuál puede ser el siguiente paso: su Gobierno “buscará a todos y cada uno de quienes contribuyeron a esta atrocidad y a otra violencia política, incluidas las organizaciones que le dan fondos y que la apoyan”.
Horas después del crimen, la confusión reinaba en torno a la autoría del asesinato. El director del FBI, Kash Patel, confirmó en redes sociales que una persona había quedado detenida y se encontraba bajo custodia policial. Al mismo tiempo, en una rueda de prensa el comisario jefe del Departamento de Seguridad Pública de Utah había indicado que la búsqueda continuaba. El gobernador, por su parte, se refería a que una “persona de interés” se encuentra bajo custodia policial. Poco después, el FBI confirmaba que la persona sospechosa había quedado en libertad. En total, dos personas quedaron brevemente bajo custodia policial, aunque ambas fueron puestas en libertad.
En cualquier caso, las autoridades creen que el autor de los disparos actuó solo. “No tenemos información que nos lleve a creer que hubo una segunda persona implicada”, ha declarado Cox en una rueda de prensa junto a las autoridades policiales del Estado.