El 21 de octubre de 2025, la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) responsabilizó a Pemex por el derrame que contaminó el Río Tuxpan. La fuga comenzó en Citlaltépetl, municipio de Álamo Temapache, y el petróleo se desplazó por el Río Pantepec hasta alcanzar el sistema de captación de agua potable de Tuxpan. El resultado: miles de familias sin agua limpia y un ecosistema en agonía.
A pesar de los esfuerzos por contener la contaminación, el daño es irreversible. Los sedimentos del río quedaron impregnados de hidrocarburos, los peces murieron y las aves cubiertas de petróleo se desploman en las orillas. Expertos advierten que la recuperación podría tardar siglos y que los pozos de captación corren el riesgo de quedar inutilizados permanentemente.























