Marruecos hizo historia en Santiago de Chile: el conjunto africano se consagró campeón del Mundial Sub 20 tras vencer a la poderosa selección Argentina. Una generación dorada que confirma el crecimiento imparable del fútbol marroquí y pone a África nuevamente en lo más alto del planeta.
El primer golpe llegó temprano: Yassir Zabiri, con una joya de tiro libre al minuto 11, silenció al Estadio Nacional de Santiago. Un zurdazo milimétrico, imposible para el arquero argentino, que marcó el tono del encuentro.
El segundo tanto, también de Zabiri, cayó al 28’, tras un contraataque letal orquestado por Othmane Maamma y Yassine Khalifi. Dos puñales que destrozaron a la defensa albiceleste.
Desde ahí, Marruecos manejó los tiempos con oficio, se plantó con carácter y jamás perdió el orden. Argentina intentó reaccionar con cambios ofensivos, pero se estrelló una y otra vez contra el bloque marroquí, sólido y disciplinado hasta el silbatazo final.






















